Toca despedir a 2016 y, por supuesto, también debo hacerlo desde este blog. Gracias a todos los que, de una forma u otra, me animáis a mantener esta puerta abierta al mundo de la comunicación en el más amplio sentido de la palabra.
Espero que mis artículos que he ido depositando en este escaparate hayan servido para incitar, al menos, mínimas reflexiones. Es mi único objetivo.
Lo cierto es que ha sido un año muy entretenido en el ámbito de la comunicación política, dentro y fuera de nuestro país. Y, por supuesto, hemos terminado el año con los clásicos de siempre: El Corte Inglés, Campofrío (de unos años para acá), mensaje de S.M. el Rey y como novedad, este año, con "carta", no de Reyes Magos sino la del perdón de Pablo Iglesias.
Bombardeo al centro mismo de los sentimientos de El Corte Inglés, arriesgada apuesta de Campofrío por poner la unión por encima de diferencias aparentemente salvables entre españoles, mensaje de unidad y solidaridad del Monarca y último golpe de efecto mediático de un neolider con pies de un barro elaborado a base de slóganes de laboratorio, moralina y sensiblería. Cuatro relatos de Navidad en busca de sus propios intereses.
Como suelo explicar en mis entrenamientos, la comunicación eficaz debe estar basada en la claridad, la credibilidad y las emociones. Con estas pautas podemos afrontar el proceso de convencimiento de los demás.Proceso que, obligatoriamente, ha de pasar por las fases de llamar la atención, despertar el interés y demostración de nuestros postulados si es que queremos conseguir que nuestros receptores lleven a cabo la acción deseada.
Juzguen ustedes mismos si El Corte Inglés, Campofrío, S.M. el Rey o Pablo Iglesias han conseguido su objetivo a través de una comunicación eficaz con sus relatos, más allá de que se haya hablado de los mismos. ¿O el objetivo era sólo que se hablara de ellos?
Aquí lo dejo. El año termina y ya no hay tiempo de plasmar por escrito, uno por uno, el análisis concreto de todos ellos.
Nos vemos por aquí. ¡FELIZ 2017!