En ese momento, la estrategia política supedita toda la táctica y toda la comunicación a la consecución del objetivo vital. No hay mejor herramienta en ese momento, para evitar que nos descubran, que poner sobre la mesa emociones interesadas que vayan construyendo sentimientos donde no tenga cabida la razón. Para ello, resulta muy eficaz construir adhesiones de identidad desde la confrontación: "conmigo o contra mi", plena adhesión al líder.
Y aquí estamos, dejándonos arrastrar exclusivamente por las emociones, salvo honrosas excepciones. No importa nada más. Son las reglas del juego, en mi opinión, desgraciadamente. No sé si podríamos cambiar el estado de cosas animándonos todos a leer y escuchar serenamente a los pocos pensadores y filósofos (de cualquier signo) que aún quedan en nuestro país. Abogo por ello.
De no ser así, creo que, convendría que repasáramos la historia reciente de España. Exceptuando las consecuencias de esta pandemia, el panorama político que observamos a través de las ventanas de nuestras casas se parece bastante a lo visto a principios de los años 30 y a mediados de los 80. Frente popular versus disgregación de la derecha. Algunos podían centrarse en buscar las soluciones; basta con releer la historia.
Alcalá-Zamora se dirige a la ciudadanía para anunciar la República |
Sigue siendo mi opinión: mientras liberales, conservadores, centristas, demócratacristianos y regionalistas no sean capaces de encontrarse bajo un mismo paraguas, seguiremos disfrutando de jugadas maestras como la que anunció ayer Sánchez, queriendo visitar el edificio de la Puerta del Sol, actual sede de la Comunidad de Madrid, para reunirse con la presidenta Isabel Díaz-Ayuso. Como lo dejen, es capaz de asomarse al balcón e ir haciendo un ensayo al estilo de D. Niceto Alcalá-Zamora y Torres, el 14 de abril de 1931.
A veces, sólo a veces, deberíamos pensar que para que nuestra planta crezca fuerte y robusta hemos de preocuparnos también del jardín. "Intelligenti pauca"