Estoy seguro que se hablará de victoria sin paliativos de Pedro Sánchez, aunque lo haya hecho sin superar los ¡"malísimos"! resultados de Rajoy en 2016. Es probable que se hable de la decepción del "bastión patrio" que de pasar de 0 a 24 se queda lejos de esos 40 escaños que auguraban, incluso, ellos mismos. Puede que incluso se hable de sabor agridulce en el partido del nuevo líder del centro, por aquello de que no han conseguido echar al ocupa (que deja de serlo ya) de la Moncloa. Habrá quien piense que, a pesar de quedarse sin representación en el País Vasco y ser barrido prácticamente de Cataluña se puede seguir gobernando con mano firme el buque "...". O que, a pesar de haber sido reducidos de manera colosal (afortunadamente) estarán contentos porque pueden seguir condicionando al gran dragón desde las estancias de Galapagar. Puede que haya, incluso, quien se pare a pensar cómo sumando 11.153.752 votos en el conjunto de España, unos se quedan lejos de sumar para poder gobernar y, otros, con tan solo 447.253 votos más suman de sobra para aliarse y sacar un gobierno adelante sin problemas (aunque las esperanzas de una reforma de ley electoral creo que se desvanecen).
Pero este tipo de análisis siempre va a depender de la perspectiva y, sobre todo, de las expectativas creadas previamente. Pero hay otras cosas que tienen poco margen de discusión...
Como sabes, en este espacio, fundamentalmente hablamos de comunicación. Y de eso es de lo que realmente quiero escribir a estas horas de la noche del domingo y tras haber visto las comparecencias de los líderes que optaban a presidir el gobierno de España.
De todas, me quedo con una para hablar de algo que, normalmente, se le resta importancia pero que todos los que se dedican a exponerse en público saben que la tiene, y mucha: la indumentaria.
Después de haber cosechado los peores resultados de tu formación política, después de haber pasado la jornada electoral y cuando tienes que salir a transmitir noticias duras porque toca asumir responsabilidades, pero también a agradecer y animar a todos esos millones de personas que todavía confían en tí y en tu proyecto... Después de todo eso, de verdad, ¿era necesario salir de esa guisa, tal cual familiares directos del difunto a recibir el pésame?. ¡Vaya ánimos! ¡Muy atractivo para los menores de 30!. ¿Qué tal haber pensado en algo más de domingo (electoral), de fin de semana...? ¿Qué tal un poco de calor en el escenario para evitar la soledad y el frío de la derrota (aparecer acompañado no es igual que aparecer arropado)? No están solos, todavía tienen 4.355.641 personas que les apoyan.
Por cierto, hay que decirlo, el gran gurú de estas elecciones: Tezanos. Avisó que su CIS le decía que Sánchez podía doblar en escaños a Casado. Ahí lo tienes.