Siempre he pensado que cualquier acción humana, salvo el amor, debe tener justificación; aunque sea para uno mismo. Por eso quiero justificar este "obrador de palabras".
Hoy pongo en marcha un espacio personal relacionado directamente con uno de mis ámbitos profesionales donde pretendo, al menos una vez por semana, compartir reflexiones en torno a la comunicación, la oratoria, las relaciones públicas, el protocolo...
Trataré únicamente de aportar, desde mi conocimiento y mi experiencia (siempre desde el respeto), puntos de vista que puedan ser compartidos, bien porque sean coincidentes o justamente por lo contrario.
Creo firmemente que esta herramienta de comunicación, que es el blog, enriquece, sobre todo a quien se compromete a escribir con periodicidad sometiéndose al juicio de quien lo lee.
Por ello, te agradezco que hayas llegado hasta aquí; y si tomas la decisión de seguir este taller artesanal de la palabra, espero no decepcionarte.
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