martes, 22 de diciembre de 2020

La importancia de los símbolos: ¡Feliz Navidad!

Mientras suena de fondo el soniquete que anuncia en nuestro país, de verdad, el comienzo de la Navidad, he recordado que me había propuesto escribir sobre la importancia de los símbolos, antes de analizar un año más, el discurso más esperado por los españoles el día de Nochebuena.

La Real Academia define símbolo como “Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera representativo de una entidad, de una idea, de una cierta condición, etc. (La bandera es símbolo de la patria. La paloma es el símbolo de la paz.)”

El símbolo es uno de los elementos más importantes de cualquier lenguaje ya que sirve para comunicar, pero sin necesitar grandes textos o palabras. Esto sucede porque inmediatamente es reconocido y aquel que como público lo observa debe conocer su significado para comprender a qué hace referencia.

El símbolo es un elemento importante de la comunicación entre los seres humanos. Y también lo es, por supuesto, en comunicación empresarial y en la comunicación política. Tanto que, de forma expansiva, han pasado a convertirse en símbolos realidades no materiales como son actitudes, ideas y marcos mentales.

Por eso, me sigue sorprendiendo que, a veces, desde las empresas, las instituciones o los partidos políticos, se le conceda tan poca importancia a los símbolos. Aún no salgo de mi asombro cuando recuerdo cómo hace unos días, una imagen distribuida en un twit del Partido Popular, contenía un puño en alto morado en su infografía. Son cosas que son difíciles de entender, al menos para mí.

El símbolo, como atajo cognitivo para el ser humano, no debería perder su permanente importancia para empresas y entidades; tampoco para las personas a título individual. El ser humano es social y su lugar en el mundo es definido mediante símbolos. Los símbolos son como puntos de referencia física y mental que le ligan con los demás. Por este motivo, en ocasiones, se convierte en objetivo del adversario liquidar, destruir o hurtar esos que consideramos nuestros símbolos.

Los niños de San Ildefonso acaban de anunciar el Gordo de Navidad y, un año más (y hoy no es poca cosa), debo conformarme con tener salud.

En lo que a mí respecta, seguiré cuidando mis símbolos y los de mi civilización, así que, querido lector… Te deseo una Feliz Navidad y que el Niño Dios te colme de bendiciones.