domingo, 21 de julio de 2019

Cheque en blanco

Al parecer, afortunadamente, el inicio del nuevo curso académico vendrá acompañado de un curso político en el que contaremos con todos nuestros gobiernos en perfecto estado de revista. Esto es bueno.
Sin embargo, los que ahora hace 30 años, en plena juventud, descubrimos de la mano del profesor Jonh Keating (Robin Williams) que las ideas y las palabras pueden cambiar el mundo, andamos con una profunda preocupación. Haber convertido, más que nunca, el voto del ciudadano en un "cheque en blanco" en manos de los ¿líderes? que nos han tocado en suerte, no ayuda a mantener ese sueño de poder cambiar el mundo con las ideas y las palabras.
La Democracia es el derecho del pueblo a elegir y, también, controlar a sus gobernantes. ¿De verdad los podemos controlar? ¿Qué puede hacer el ciudadano ante las oligarquías de los "aparatos" que, una vez recibido el voto, lo usan a su antojo para conseguir más y mejores condiciones personales?
El dream team de los pretendidos líderes políticos y sus séquitos correspondientes han malentendido el concepto de la bondad de ser inconformistas. O no han visto, o no han interpretado bien al profesor cuando en su aula de la academia Welton invitaba a sus alumnos a ser únicos y extraordinarios defendiendo sus convicciones.
Lo peor de todo es que el cuerpo social, los individuos que disfrutamos de nuestra libertad, demos por buenas determinadas actitudes sin que tengan el más mínimo reproche social. No sé si será el miedo, el marco de lo políticamente correcto o algo peor, la desidia y el desapego, lo que nos convertiría en una sociedad políticamente enferma y entregada a las fauces de hambrientas minorías que legitiman su despotismo ilustrado en un sistema que necesita ya una profunda revisión.
Se han perpetrado auténticas obscenidades con nuestro voto por mor de no se sabe qué intereses generales, convirtiendo "el arte de lo posible" en un mercadillo. 
Han profanado el "carpe diem" para convertirlo en un "Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como" (Cómo se divertiría Don Francisco de Quevedo si viviera en estos tiempos). Si no, repasen mentalmente: vuelta a retribuciones pre-crisis, exigencias y cesiones que no responden a la voluntad nacida de las urnas, mercadeo con instituciones varias, uso perverso de herramientas legales... Todo ello en favor de intereses generales y por el bien de los gobernados. ¿?
Jonh Keating nos enseñó lo importante que es liberarse de la tiranía establecida, por eso, algunos seguimos subiéndonos al pupitre para recordarnos que debemos mirar las cosas de manera diferente. Me he subido a la mesa y lo que veo no me gusta. Quizás porque soy más de "El club de los poetas muertos" que de "Juego de tronos".
Buen verano. La próxima vez, prometo escribir sobre comunicación.