sábado, 11 de noviembre de 2017

Mentira y relato político

La mentira está de moda. La mentira se ha instalado en buena parte del relato político. Sumidos en el relativismo ya desde hace unas décadas, la mentira ha tomado posesión en el independentismo catalán. Y esto es así porque hemos aceptado como bueno que la verdad es relativa. Me provoca tristeza e impotencia esta realidad. Tristeza porque, a pesar de lo que esté instalado en el pensamiento colectivo, un político no debería mentir, no es rentable. Impotencia porque desde mi humilde rincón de consultor político, echo de menos la puesta en marcha de antídotos contra esa gran mentira por parte de quien defiende de forma clara e indiscutible la legalidad constitucional, es decir, la verdad. 
La lucha de relatos, si es que existe relato entre los representantes del constitucionalismo, está teniendo un claro ganador. Ganan en storytelling, ganan en estética y escenografía, ganan en lenguaje corporal, ganan por mayoría en los medios de comunicación (porque les tratan mejor, incluida RTVE) y ganan en el mundo de las redes sociales. Ideas y conceptos como democracia, presos políticos, libertad, derecho a decidir, futuro, opresión, violencia gubernamental, pueblo oprimido y un largo etcétera están del lado de los mentirosos.
Sí, ya sé que la Justicia está con la verdad. Menos mal. Y la economía con la realidad. Pero no va a bastar. Hoy he visto miles de personas en manifestación, cuya cabeza estaba compuesta por los familiares de los presos (presuntos delincuentes). Una manifestación que ha vuelto a estar perfectamente organizada y "orquestada" con final de música de violines. Lo de los familiares pidiendo libertad para presos políticos imagino que te recuerda lo que a mi...Escuchar al jefe de esta mafia decir, desde un falso exilio, que le están equiparando a pederastas y violadores provoca vómito a cualquier mente que no esté enferma. Así podríamos seguir... pero sigo pensando que ganan en el relato. Y creo que ganan porque no tienen relato en contra. Enfrente sólo tienen la acción de la Justicia. (que, encima les ha convertido en víctimas para su público).
Para quien se dedica a la comunicación como yo, es desolador que la mentira gane a la verdad por falta de confección de relato. Y más con los ingredientes que podría tener: el derecho soberano de todos los españoles a decidir sobre su territorio, la voz de millones de españoles olvidados en Cataluña, el rechazo unánime de las democracias europeas consolidadas, la respuesta del mundo económico (incluido el catalán), la fortaleza de la Jefatura del Estado, los informes de entidades independientes del extranjero que no ponen en cuestión nuestra democracia y nuestro estado de derecho (incluida Amnistía Internacional), la unidad política mayoritaria en torno al 155, incluso el 3%, la gran actividad (por fin) de organizaciones civiles e individuos en las redes sociales... Creo que sobran argumentos para relatar una historia emocionante y épica basada en la verdad que deje al descubierto el gran vodevil montado por una minoría y sufragado con el dinero de todos. Eso sí, para hacerlo hay que tener voluntad, capacidad de liderazgo y altura de miras, tres características indispensables de un perfil político idóneo. Y, por supuesto, un trabajo profesional en todos los ámbitos
que contempla la comunicación pública.
De esta forma creo, humildemente, que la solución al problema iría más rápida. Mientras tanto la Justicia deberá seguir haciendo su trabajo y otros podrán desplazarse allende los mares para ejercer de revolucionario, tal cual Tancredi en Gatopardo, regalando camisetas de CR7 y balones firmados por Bale a Evo Morales a cambio de un premio al "mérito democrático" (todo muy patriótico)  

domingo, 8 de octubre de 2017

6 minutos son suficientes

De todo lo visto y oído en los últimos días, me quedo para traer a este rincón de opinión, con el mensaje de S.M. El Rey Felipe VI dirigido a la Nación el pasado martes día 3 de octubre.
Permanentemente insisto a quienes asisten a mis entrenamientos, que 10 minutos deben ser suficientes para dejar claros nuestros mensajes en una reunión, en una mesa de negociación o en una rueda de prensa. A partir de esta semana hablaré de 6.
Seis minutos fueron suficientes para S.M. El Rey. Seis minutos para explicar nítida y contundentemente lo que como jefe del Estado quiere de las instituciones y de los españoles. Seis minutos para tranquilizar la conciencia colectiva y los espíritus individuales de quienes desean que el orden constitucional se mantenga en nuestra Nación.
Como siempre (y en mi humilde opinión) intentaré ceñirme a un análisis técnico desde la perspectiva de la comunicación.
Desde el punto de vista de la estructura de su discurso: impecable. La excepcionalidad de su intervención y la situación que vive España con el asunto de Cataluña no hacía necesaria una captación de la atención de quien estaba al otro lado de la televisión o radio. En todo caso no deja pasar la oportunidad alertando de la gravedad (4”). Esta misma referencia hace partícipe al oyente de cuál es el motivo fundamental de su intervención.
A continuación narra y describe los hechos (13”) acaecidos durante las últimas semanas para enmarcar de una manera perfecta cuál es el escenario ante el que nos encontramos.
Una vez llevada a cabo la narración, se dispone a confirmar rotundamente sus posiciones desgranando sus propuestas y sus argumentos, (2’ 37”) además de desmontar los de quienes están en proceso de golpe de estado a la democracia española.
Por último (5’ 31”) se despide remarcando los mensajes fundamentales que quiere trasladar al pueblo español y remata trasladando emoción a quien le escucha ofreciendo su entrega personal al entendimiento y la concordia.
El uso de frases cortas y sencillas, de lenguaje conciso y claro, sin abuso de recursos retóricos, junto con una dicción clara, otorgan al discurso, desde el punto de vista verbal, una mayor profundidad y seriedad exigibles a ese momento. En resumen también impecable.
Si analizamos el lenguaje paralingüístico, nos encontramos con un ritmo pausado, cambios de entonación adecuados a “momento enfado”, “momento convicción” y “momento emoción” (por ejemplo a la hora de describir la deslealtad de las instituciones catalanas, sus palabras expresas a los catalanes o sus referencias a la unidad de España). El volumen ha sido el adecuado para que no pareciera que le estaba hablando al “cuello de la camisa”. Sus silencios a lo largo de la intervención han conseguido no hacer perder la atención ni un solo segundo y centrarla en los diferentes mensajes. Es decir: impecable.
En cuanto a su lenguaje no verbal, es evidente que nuestro Monarca progresa a pasos agigantados. Convirtió en protagonista la herramienta que un ser humano (sin limitaciones físicas) posee: sus manos. Especialmente expresivas en los momentos importantes, manejando casi a la perfección cada instante, nos descubrió el repertorio básico de lenguaje gestual. Manos abiertas, manos mostrando el camino, manos enumerando, manos acotando, manos advirtiendo, puños reafirmando…
Su expresión facial, a pesar de la barba, también trabajó y nos mostró su enfado, su tristeza, incluso su rabia. La mirada fija en la cámara acompañó también sus mensajes, especialmente esos momentos emotivos donde quiso llegar al corazón de los españoles transmitiéndoles tranquilidad y confianza. Por cierto, me parece un gran acierto la realización. Que sólo se dirigiera a una cámara fija en todo momento, sin cambios de plano, sin zoom etc., mantiene la atención del público y concede al momento profundidad, seriedad y trascendencia.
La indumentaria elegida no pudo ser más correcta para la ocasión. Seriedad  y firmeza en la elección del traje negro. Trabajo y esfuerzo, poder y lealtad en la elección de la camisa blanca. Pasión y vitalidad, “marca España” y, sobre todo, el color identificativo de su estandarte, en esa corbata granate.
Finalmente, la puesta en escena sobria, sin demasiados elementos que distrajeran la atención más allá de unos papeles y su ordenador personal, centran la imagen en lo importante: la figura del Monarca. Un acierto la colocación de las banderas a su lado izquierdo, para que de esa forma, manteniendo el protocolo, quedara visible nuestra bandera nacional (de no haberlo hecho así, hubiera adquirido mayor protagonismo la europea). Y por ponerle un pero…, mejor haber colocado un sillón fijo para evitar de manera total los pequeños movimientos que se generan de forma inconsciente cuando estamos sentados en un asiento giratorio.

No sé lo que ocurrirá en adelante ni a qué retos nos tendremos que enfrentar para que España no se rompa pero, sinceramente, creo que Felipe VI ha hecho bien su trabajo, muy bien; e insisto, 6 minutos son suficientes.

sábado, 26 de agosto de 2017

Un gol per tota l'esquadre!!!

Lo primero, mi recuerdo y respeto a todas las víctimas y sus familias.
Lo ocurrido tras los brutales atentados terroristas perpetrados en Barcelona y Cambrils en nombre de Alá, desde la perspectiva de la comunicación pública institucional, han sido un gol por toda la escuadra.

Sin dejar de atender lo urgente, algunos (no todos) han mantenido la calma y han sido plenamente conscientes de que tras la ignominia, tras la tragedia y con el corazón roto, se debía librar la batalla de la comunicación. Desgraciadamente no era la primera vez. Baste recordar lo ocurrido el 11-M.
Había una crisis y había que gestionarla también desde la comunicación. 
En ese río revuelto, los gabinetes de comunicación independentistas se convirtieron en aparatos de propaganda para el objetivo de la desconexión, aprovechando, una vez más, la imposición de lo políticamente correcto. 
Han utilizado todos los medios a su alcance para ocupar espacios. Ya se sabe que en ese tipo de situaciones todo el espacio que no ocupemos nosotros nos lo ocuparán. Paralelamente a la estricta gestión de la crisis han incorporado "su asunto" con descaro, metiendo un gol por toda la escuadra a quienes pensamos que España es una nación indivisible, convirtiendo el problema en una oportunidad. 
Es muy probable que esta opinión personal no coincida con la de muchos de mis lectores, por eso, amigo lector, te dejo algunos de los hechos que han forjado la misma, incluyendo algunas que han constituido falta de respeto a las víctimas, a los símbolos comunes, a la prensa internacional y a la propia inteligencia.
Sabían que iban a estar sometidos a una sobre exposición pública gratuita donde el público (incluido el internacional) iba a estar más pendiente de lo normal. La obsesión mediática por trasladar la imagen de autosuficiencia ante la crisis nos ha dejado situaciones patéticas de un consejero de la Generalidad queriendo ejercer de ministro de exteriores. Por supuesto no
podía faltar el desaire a la lengua común de todos los españoles y que nos proporcionó el hijo de un taxista vallisoletano convertido en Mayor de los Mossos con su "bueno pues molt bé, pues adiós". También lo hemos visto en la pancarta de hoy. Esperar que hubiesen comparecido en sus ruedas de prensa con la bandera de España, respetando la legalidad, ante los periodistas de la comunidad internacional hubiera sido un sueño. El insulto del consejero de interior diferenciando entre víctimas catalanas y españolas es de juzgado. Aunque para mí, lo más duro ha sido la escandalosa puesta en escena informativa de la actuación de los Mossos d'esquadra como algo excepcional, dejando de lado a Policía Nacional, Guardia Civil y servicios de información. El mensaje a introducir estaba claro: hemos resuelto la situación y lo hemos hecho con nuestros propios medios, es decir, una Cataluña autosuficiente para luchar contra el terrorismo legitima una Cataluña independiente (por seguir siendo políticamente correctos, desde muy pocos ámbitos se ha cuestionado su actuación). La última jugada ha sido la apropiación de la "sociedad civil catalana" (taxistas incluidos) acogida como una gran familia ante la desgracia y ensalzada como símbolo de una sociedad madura y solidaria, como si fuese algo excepcional en este tipo de situaciones y no ocurriera lo mismo en otras latitudes.
Y por fin llega la manifestación del sábado. La traca final. ¿Quién decide que la Jefatura del Estado acuda a la manifestación? (ya estuvo en el minuto de silencio de la primera jornada). ¿Por qué exponer la Institución a una hora hostil con imágenes y sonido que van a dar la vuelta al mundo?  

He tenido la oportunidad de ver las imágenes a través de la TV3 y RTVE. Lo de la televisión autonómica era previsible: en imágenes, sonidos y entrevistas. Todo es bueno para la causa. Mucho peor ha sido la retransmisión de la televisión pública española. Con una realización pésima, absolutamente indocumentados en cuanto a las personas que encabezaban la marcha (incluidas las que portaban pancartas ofensivas) y las autoridades de todo el territorio que se encontraban presentes, nos ha ilustrado con todo tipo de abucheos y silbidos al Rey, pancartas preparadas al efecto y esteladas de todo tamaño ubicadas perfectamente de modo estratégico (incluidas dos grandes pancartas totalmente ofensivas para el Rey y el presidente del Gobierno). La periodista asumiendo el lenguaje de los secesionistas y hablando de "marcha transversal". Primeras imágenes de una bandera de España (de plástico) a los 44' del inicio de la retransmisión. A los 49' por primera vez, y de pasada, citan que en la cabecera de la manifestación van representantes de la Erchancha, Policía Nacional y Guardia Civil. Alucinante.
Y para finalizar, la Sardá leyendo el manifiesto y saludando al personal con el tradicional "salam aleikum" y su compañera de discurso alegando contra la islamofobia y el antisemitismo porque, claro, recordar el odio a los cristianos aquí y fuera de aquí es políticamente incorrecto. El gol ha entrado por la escuadra, pero con la defensa que ha habido, la pelota podía haber entrado perfectamente por el centro de la portería y a media altura.
Y, por cierto, yo si tengo miedo

domingo, 23 de julio de 2017

Camisa azul

Iglesias y Sánchez el 18 de julio de 2017
Uno de los aspectos fundamentales de la comunicación no verbal es, sin duda, la indumentaria. El que a estas alturas piense que nuestra forma de vestir no influye en la imagen (y por tanto también en el mensaje) que los demás reciben de nosotros anda más desubicado que Madona en el Concilio de Trento.
Y es interesante que, a pesar de los imperios textiles que tienden a uniformarnos a todos a diario, intentemos mantener nuestro propio estilo. Eso sí, sin imitaciones ni tonterías, sin querer cambiarlo tanto para conseguir la corrección que desnaturalicemos nuestra propia esencia; o algo mucho peor, que parezca que nos hemos cambiado de tribu. Sí, sí, de tribu. No le des vueltas, nuestro estilo en el vestir nos asigna, nos etiqueta en una "tribu" para el resto de humanos que nos ven. Y,en mi opinión, eso no es malo. 
Por otro lado, que nadie empiece a pensar en las modas, la naturalidad, la cercanía y mucho menos en la comodidad. Nada de eso nos impide que le dediquemos tiempo a pensar y a crear nuestro estilo a la hora de vestir. Para aquellos que se esfuerzan en que su comunicación sea lo más eficaz posible, recomiendo que le presten mucha atención.
Por ser parte de la comunicación no verbal, a veces comunicamos inconscientemente con nuestra vestimenta y nos llevamos sorpresas desagradables en ámbitos profesionales, sociales o, incluso, personales.
Ojo que prestar atención a la indumentaria no significa dejar de ser fiel a nuestro estilo, insisto.
Esto lo saben muy bien los líderes, especialmente los que se mueven en el mundo de la comunicación y en la política (ya sé, ya sé que no todos...)
La indumentaria es esencial porque, salvo para las personas invidentes, el resto de congéneres es lo primero que vemos, es el primer mensaje que nos llega del "otro". Conseguir una comunicación eficaz necesita obligatoriamente de una reflexión sobre nuestra forma de vestir.(No digamos, si lo que pretendemos es causar una primera buena impresión).
Nuestra ropa y complementos van a hablar de nosotros pero también van a condicionar nuestro estado psicológico, lo que tiene una gran importancia a la hora de conseguir una comunicación eficaz.
Y, por supuesto, relacionado con nuestra ropa están los colores de la misma.
Los que tenemos por profesión ayudar a los demás en la mejora de su comunicación personal en (ante el) público, cual pintores o diseñadores gráficos, tenemos presente siempre nuestra particular paleta de colores.
Fuente: www.comovestirmebien.com

Uno de los colores favoritos es el azul. Y entre las prendas, la camisa; la camisa azul. Porque el azul denota tranquilidad, autoridad, confianza y lealtad. Es el color que produce las mayores ventas en el mundo, reportando la tasa más alta de éxito en entrevistas y ventas. Es uno de los favoritos de las fuerzas de la ley y las milicias. El azul es el principal color transmisor de poder.
Así pues, ¿fue casualidad que el pasado martes se enfundaran sendas camisas azules el líder Iglesias Turrión y el líder Sánchez Castejón para sellar un apretón de manos en un nuevo intento de caminar hacia el Frente Popular del siglo XXI? ¿Es casualidad que cada una de sus camisas responda al estilo de su tribu tanto en el corte de la camisa como en el tono? ¿Es casualidad que cada uno haya adquirido su propio estilo en el "remangado" de las mangas de la camisa? Seguramente NO.
Lo que sí creo que fue casualidad es que lo hicieran un 18 de julio (así lo espero)

domingo, 18 de junio de 2017

Sobre la moción de censura

Parece lógico que en este pequeño espacio que comparto contigo, amigo lector, haga referencia a toro pasado, al espectáculo al que estuvimos sometidos por mor de la presentación de una moción planteada por uno de los grupos representados en la Cámara Baja.
Me reservo lo que pienso del uso que se ha hecho de una herramienta que prevé nuestro sistema democrático. Allá cada cual. 
Sólo tengo la intención de destacar lo que, en mi opinión, ha sido lo más relevante durante las horas de bochorno (entiéndase como se quiera) que hemos visto y oído. Y lo haré rápido.

Objeto de la moción: propaganda política para intentar cerrar filas en torno a un líder tocado en su popularidad. Objetivo parcialmente cumplido. 48 horas de propaganda permanente y nacimiento de una nueva "mesías" ("la que tiene paz" que no hace honor a su nombre) que no estrella parlamentaria. Los correligionarios enfervorizados aunque la imagen pública ha sufrido un duro revés, en mi humilde opinión.
El cuestionado, perfecto. A sabiendas de que no iba a ser tumbado, sin embargo, decide lanzarse a la arena sin esperar más turno, sorprendiendo al respetable y cuaja una faena de las que encumbran a un diestro. Será soso, poco gracioso y, a veces, hasta huidizo, pero domina los tiempos y las situaciones como nadie y lo ha vuelto a demostrar. Resolvió el trance templando y por derecho, como sólo los maestros saben hacer. En política no hace falta gritar ni insultar para vencer al adversario. Basta saber poner en valor ante el respetable las fortalezas de una forma sencilla y clara.
La frase: sin duda me quedo con la metáfora de Albert Rivera. (¡impecable sin corbata!)  "Si una casa tiene goteras se arreglan las goteras... si una casa está sucia se limpia... pero no hay que demoler la casa". Siempre insisto en que una buena oratoria requiere del esfuerzo, sobe todo, de encontrar frases elocuentes, relatos, ejemplos, metáforas que fijen de forma clara y eficaz nuestro mensaje en la mente de nuestro auditorio. Rivera lo consigue de forma magistral cuando se dirige a Iglesias Turrión pidiéndole que no demuela España ni el sistema.
El discurso: si hubiera estado acompañado de una buena comunicación no verbal, hubiera sido el discurso perfecto el de la diputada Oramas. De construcción impecable, breve, consiguiendo claridad, credibilidad y emoción. Con una captación del interés inicial sencillo pero efectivo: "Dicen que el teatro está en crisis pero no parece que sea cierto..." que se convierte en parte del hilo conductor. Muy bueno su lenguaje paraverbal en cuanto al volumen, el manejo de los tonos y los silencios. Lástima la pérdida de contacto visual con el auditorio por estar demasiado pendiente del papel. Remató una gran faena en la réplica donde sí manejó perfectamente su lenguaje corporal, sobre todo con sus manos y su expresión facial amable mientras terminaba por destrozar al candidato con un cierre llamativo que enlaza con el inicio y encierra de forma sutil el mensaje y vuelve a recordar a la cubana La Lupe: "...lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro".
Por cierto, hoy mis alusiones a términos taurinos han venido a mi mente fruto del recuerdo del maestro vizcaíno Fandiña. (DEP) 

martes, 13 de junio de 2017

Nobleza obliga...

No creo que haya que explicar (¿o quizá sí?) las definiciones de héroe y de nobleza, y menos en un país como el nuestro donde la lista histórica de héroes nacionales es interminable y la nobleza, santo y seña de valores, hasta no hace mucho, incuestionables.
La pasada semana, desgraciadamente, nuestra lista de héroes ha crecido al tener que incorporar a sus nombres el de un español valiente y noble que fue asesinado por unos terroristas islámicos cuando intentaba ayudar a un miembro de las fuerzas del orden. Ignacio Echeverría ha sido asesinado en acto heroico. Nos han matado a un hombre noble.
Mi recuerdo y admiración para siempre para el último español que ha encarnado, como nadie, esos dos conceptos. Conceptos que, desgraciadamente no abundan en otros ámbitos de la vida pública española. Quiero pensar, sin embargo, que en el ámbito “civil”, privado, de los hombres y mujeres de a pie, sigue siendo moneda común.
¿Dónde está el heroísmo y la nobleza de quien con discursos épicos por doquier utiliza las herramientas del sistema con el único objetivo de, cuando menos, sacar tajada propagandística a costa de debilitar y desprestigiar ese sistema? La comunicación política no es solo postureo o telegenia; ni siquiera de discursos plagados de recursos retóricos que martillean durante horas mantras que quieren desviar la atención de otra realidad existente o hacia una “posverdad”. Para poder hacer comunicación política es imprescindible el contenido, el mundo de las ideas; pero… ¿qué digo?
¿Dónde está el heroísmo y la nobleza de quien ni condena los asesinatos de Londres ni está de acuerdo en el merecido reconocimiento y justos actos de homenaje a quien pagó con su vida ser un hombre noble?

¿Dónde está la nobleza de un otrora héroe de pacotilla por darle a un balón de fútbol? ¿Acaso hay nobleza en un discurso (éste nada épico y sin preparar) plagado de mentiras históricas, retórica erística, complicidades extrañas e insultos a un país entero para pasarse la ley por el forro?  
Para colmo, hoy mismo en vez de recordar con nombres y apellidos a los 23 héroes asesinados a sangre fría por la indecente asesina Idoya López Riaño (terrorista de ETA), veo las imágenes de la chatarra dejada por las bombas y cómo sale de prisión, en libertad, camuflada bajo el casco de una motocicleta. Me pregunto si no tenemos derecho a reconocerla por la calle. Imagino que los familiares de esos héroes pensarán ya que en este país no queda nobleza.
Parece que la agenda dicta otras cosas a los servidores públicos y a los medios. No interesa ni el héroe ni la nobleza (bueno si es Rafa sí, que los unos quizá piensen que por fotografiarse con él ganan enteros ante las masas enfervorecidas y los otros traducen sus apariciones en beneficios).

Dicen que la política es un noble arte (yo así lo pienso), pero no sé yo. Nobleza obliga…

domingo, 4 de junio de 2017

Relatos imperantes

Hoy tenía intención de escribir sobre la elocuencia, una de las habilidades personales de necesario desarrollo para aumentar la eficacia de nuestra comunicación. Pero mejor en otra ocasión, porque lo ocurrido la noche del sábado me ha obligado a compartir con vosotros un par de reflexiones. Ideas que tienen que ver con el relato social que, parece, quiere imponerse.
Por si no nos queremos dar cuenta de que estamos ante un tiempo nuevo, ya se ocupan de recordárnoslo trágicamente cada poco los terroristas que matan en nombre de Alá.
En casa, el nuevo tiempo, al parecer, es que también el Madrid prescinda de símbolos patrios en sus celebraciones (no me creo que sea casual).
El nuevo tiempo parece que implica un relato en la comunicación pública que no nos debiera ser desconocido si repasáramos la historia.
Reducir al máximo las expresiones y los símbolos comunes, citando de perfil conceptos rotundos como España o Nación y movernos más en correcciones como "estado" sin ninguna exhibición simbólica que pueda ofender a nuestros vecinos, nos dirigen irremediablemente a la convivencia bajo el yugo de lo políticamente correcto, dirigido, eso sí, por manos cesaristas que mecen cunas de nuevos totalitarismos disfrazados de falsas democracias. Serán nuevos tiempos pero no son nuevas situaciones.
Lo advirtió en 2004 el Pontífice Juan Pablo II: "Europa no solamente no debe eliminar sus raíces cristianas, sino que debe redescribirlas. Estas raíces cristianas darán respuesta a los desafíos del tercer milenio: paz, diálogo intercultural e interreligioso, protección de la Creación".
Sin embargo el relato impuesto no acompaña; ni con las políticas públicas, ni con las políticas informativas, ni siquiera a la hora de condenar por parte de algunos dirigentes de forma contundente los execrables actos de terrorismo.
Aquí ya sabemos lo que pasa.
Todo lo que sea horadar, minimizar y arrinconar la cultura milenaria que ha construido Europa es espacio que ofrecemos gratuitamente a la "nueva invasión islámica",
El buenismo sin control ayudará a la aspiración de esta nueva invasión que ora comete un atentado en el corazón de Londres, ora oblliga a retirar la cruz de la corona del escudo del Real Madrid.
Si permitimos que el relato dominante siga siendo el que nos desprovee de identidad, nuestros nietos rezarán en sótanos y el escudo del Madrid lucirá una coqueta media luna. Al tiempo.

domingo, 21 de mayo de 2017

No me gustan las "primarias"

Como sabéis, no soy politólogo. Lo mío es la consultoría de comunicación (política y empresarial) y los entrenamientos de oratoria. Pero, lo cierto, es que se me hace muy difícil no aprovechar este espacio para hablar de las primarias, aunque sea como un ciudadano de a pie
Mucho se ha escrito (y se seguirá escribiendo) sobre las "primarias" ese sistema de designación de líderes y candidatos que, como dijo en su día la hoy derrotada Susana Díaz, ha llegado para quedarse.
El nuevo tiempo político se mueve, como el resto de valores sociales, culturales, morales y religiosos, en esa resaca que nos ha dejado la marea del relativismo que lleva inundando occidente desde hace décadas; para entendernos, lo que se denomina "políticamente correcto".
No pretendo analizar las ventajas y desventajas de este sistema. Ya han escrito muchos colegas sobre ello. Simplemente quiero dejaros mi reflexión y mi opinión (si os interesa) sobre estas primarias que creo están desdibujadas desde que volvieron en etapa democrática. Un viejo profesor de Derecho Administrativo, Gaspar Ariño, nos decía que no había problema en copiar, siempre que copiáramos a los mejores...

No me gustan las primarias. No creo, sinceramente, que democraticen la vida de los partidos políticos. ¿Acaso las diferentes familias, aparatos o corrientes en ellos no ponen en marcha sus maquinarias (triquiñuelas censales incluidas) de tal forma que esa pretendida apertura democrática queda capitidisminuida?.

No me gustan las primarias porque generan heridas en las bases, en el núcleo sustancial, muy difíciles de suturar porque vienen producidas por las refriegas y enfrentamientos que, en ocasiones, se producen bajo el fuego cruzado de deslealtades, enfrentamientos personales y guerrillas (juego sucio).

No me gustan las primarias porque mientras no se adecuen las estructuras internas de los partidos y se rectifiquen los sistemas de elección (aunque sean primarias) asistiremos a épocas de "cesarismo" como advirtió Felipe González. Líderes omnipotentes con los que perderemos el debate de las ideas para centrarnos en proyectos personalistas.

No me gustan las primarias porque no estoy de acuerdo en convertirlas en paradigma más democrático que otros sistemas de participación.

Es verdad, han venido para quedarse. De acuerdo. Pero los partidos políticos deberían avanzar rápidamente en las reformas de algo mal copiado. De momento, las primarias no ayudan a reconocer la pluralidad en torno a modelos e ideas dentro de la misma organización (el que gana se queda con toda la pieza). Si no lo hacen, eso sí, seguiremos en lo "políticamente correcto" pero como en otras tantas cosas, llevados por una gran mentira. 

martes, 9 de mayo de 2017

Los silencios

Llevo queriendo escribir desde hace tres semanas sobre el silencio y no lo he conseguido hasta hoy por diferentes motivos. Justo terminada, y vivida, la Semana Santa en mi ciudad me dí cuenta que tenía que escribir sobre los silencios por la importancia que tienen. De eso te das cuenta acompañando a las procesiones de Valladolid o escuchando alguna de las intervenciones de Obama o del Papa Francisco.

Hablo de la importancia del silencio, o los silencios. desde un punto de vista práctico en la comunicación eficaz y persuasiva, aunque sea inevitable recordar las palabras del porteño Borges que decía aquello de "no hables a menos que puedas mejorar el silencio".

El silencio (los silencios), como en las composiciones musicales, constituyen una herramienta fundamental de la comunicación. Da igual que hablemos de la comunicación pública, corporativa, o de la comunicación personal. Siempre tenemos que tener en cuenta el silencio, los silencios.

En la comunicación pública, incluso en situaciones de crisis, hay que valorar la oportunidad de callar. Al menos hasta que no se tenga claro qué decir y qué poder contar. Aún a riesgo de que por guardar silencio otro ocupe nuestro espacio hay que valorar nuestros silencios. A veces basta con comunicarlo, es decir, decir que no tenemos nada que decir.
Algunas corporaciones, compañías o gobiernos hubieran agradecido un poco más de silencio y menos precipitación a la hora de afrontar una situación de crisis.

Pero hoy quería centrarme más en el silencio (los silencios) como elemento paralingüístico  y como herramienta en la práctica de la oratoria en la comunicación personal.
El uso del silencio aumenta exponencialmente la eficacia de nuestra comunicación si es utilizado con habilidad y en los momentos oportunos.
El silencio es el mayor aliado para centrar la atención del auditorio. Por ejemplo, un silencio tras el saludo inicial es la mejor llamada de atención ante cualquier tipo de auditorio para comenzar a trasladar nuestro mensaje. Un silencio nos ayudará a recuperar la atención de quienes nos lleven escuchando unos minutos y probablemente estén a punto de desconectar.
El silencio, de apenas un par de segundos, ayudará a quien nos escucha a no abandonar el hilo argumental que le estamos ofreciendo.
El silencio también nos ayudará antes y después de marcar nuestros mensajes, aquello que realmente nos interesa que quede en el recuerdo del oyente o espectador. 
El silencio nos ayudará a taladrar la mente del auditorio para que a través de ese agujero penetren las palabras, las ideas que consigan persuadir a quien nos escucha.
Un silencio, incluso, nos ayuda a mantener una buena respiración y a beber un pequeño trago de agua para desterrar cualquier síntoma de nerviosismo escénico.
Como veis, son todo ventajas.

Es agradable comprobar en los entrenamientos la sorpresa de muchos (sobre todo jóvenes) cuando se dan cuenta que parte del tiempo de su intervención ante los demás debe estar compuesta de silencios para conseguir la atención, ganar eficacia o resultar más persuasivos.
Bien administrados, los silencios constituyen una de las claves de las intervenciones exitosas. Como en las composiciones musicales. 

domingo, 26 de marzo de 2017

Delirio 2017 en fotos

Cumplido el primer trimestre de 2017. Si hacemos un breve repaso esto ha comenzado de manera delirante. Y me refiero a delirio en la tercera acepción de nuestro DRAE: "confusión mental caracterizada por alucinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia".

El 20 de enero se consumó la llegada de un nuevo presidente de los EE.UU. Un personaje que con un somero repaso por su comunicación no verbal observamos que las emociones de ira, asco y desprecio forman parte de la línea base de su comportamiento. A lo que hay que unir el aluvión mediático permanente que nos recuerda lo malo que es este señor y que suena a orquesta sinfónica. Delirante.

El 21 de febrero pasado nos dejó otra foto para el recuerdo. Rodríguez Zapatero visitando a Maduro y dándole oxigeno a un sujeto que, aparte de otras consideraciones, tiene sumido a su pueblo en la pobreza y la opresión. Pues nada... Sigo teniendo dudas de si va por libre o cumple una misión de Estado, mientras  Maduro sigue insultando a nuestras instituciones, a nuestros representantes y a España. Delirante.

En febrero pasado también se consumó la ruptura de una pareja que comenzó a primeros de año dando ya públicas muestras de desavenencias. Errejón e Iglesias han dejado perplejo al personal con la ruptura y sus consecuencias. Eso sí, a velocidad del rayo, el ganador de la contienda arbitró la sustitución en el escaño contiguo para que lo ocupase una persona de su absoluta confianza. Y qué mejor que su novia; así todo queda en casa. Delirante.

Y para rematar el trimestre López, Sánchez y. por fin...Susana. Del no es no, al sí es sí. La izquierda sensata y responsable dinamitada por el sueño personal de quien llevó
a una formación política histórica y necesaria para España a cotas de respaldo electoral que rozan la humillación. (Aunque esas actitudes están de moda en muchos lugares del territorio) Delirante.

Afortunadamente, el final de este trimestre también nos trae una foto con un pié para la sensatez. Proviene, una vez más de quien dirige los destinos del Vaticano.